domingo, 15 de enero de 2012

No confíes en mi, sino en ti.

Eventualmente nos toparemos en la vida, con personas que tratarán de demostrar, que sin ellos nunca podremos salir adelante o que no podremos enfrentar las situaciones sin su supervisión y ayuda. Tratarán, quizá con las mejores intenciones o quizá con las peores, de demostrar que somos en cierta manera inválidos para vencer la vida. 

Pongamos un ejemplo muy sencillo: Un niño es nuevo en la escuela, el primer día tiene miedo y el niño más fuerte de la escuela le dice que la escuela está llena de gente mala, que lo están viendo para pegarle y quitarle sus cosas. Así que le ofrece su ayuda para defenderlo de los problemas a cambio de ser su amigo, a cambio de dinero o de "nada". El niño nuevo, lleno de miedo por la información que acaba de recibir, aceptará el trato. Justamente así actúan las personas que siembran el miedo. 

Sería muy distinto que un niño nuevo llegara, con miedo y otro niño fuerte le dijera: Mira, esta es tu nueva escuela, está llena de gente mala, muchos de ellos te están viendo para pegarte y quitarte tus cosas... ¡Pero confía! ¡Tu eres un niño fuerte que puede con todos ellos y con más!

Por supuesto, este ejemplo simplón tiene muchos defectos. Pero viéndolo a blanco y negro ¿No conoces personas que te dan ese tipo de consejos? Muchas personas buscan demostrarte que no podrás salir adelante, porque su autoestima está tan baja qe requieren dejar en los demás esa semilla de impotencia contra la vida. Pero hay personas que te quieren enseñar a que no temas. ¿Por ejemplo, quién? Por ejemplo tu mismo. Tu mismo puedes llevarte a enfrentar los miedos más terribles, los miedos que te mantienen estancado.

Conozco a algunas personas con adicciones, la mayoría de ellos no piensan dejar las sustancias a las que son adictos, porque tienen miedo de no ingerir esas drogas. Le tienen miedo a una vida libre de drogas. Es muy triste, pero muchos de nosotros por ejemplo, tenemos miedo de dejar un mal negocio, porque quizá nos deje muy poco, pero algo nos deja... lo mismo dice el alcohólico, me deja muy poco placer, pero algo de placer me deja. 

Ahora que ya eres mayor de edad y los niños de la escuela no tienen influencia sobre ti, deberías analizar si los recuerdos que asaltan tu mente no te dicen: Ese negocio no es bueno, quédate en tu zona confortable. 

Quiero dedicarle este artículo a Abraham Díaz y a Jesús Cedillo. Los dos muy buenos amigos míos. Abraham me sugirió que uno de mis propósitos de año nuevo fuera no tener miedo y Chuy Cedillo me recordó que "A esta vida vine a vencerme"

No tengas miedo... enfrentar los miedos es más placentero que vivir encarcelado por el temor.

Me gustaría mucho leer sus opiniones. 

¿Ya despertaste?
Gracias por leerme.
José, 

A esta vida vine a vencerme.
Twitter: @JoseElPensador
(Ya no soy soñador, porque ya desperté)
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Para dudas, comentarios y sugerencias de temas escribe a jandradel@hotmail.com
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