sábado, 22 de junio de 2013

Hey you!



En este blog escribo de la vida, la vida como es, como viene, como nos toca lidiarla a diario. Pero parece ser que la vida es tan compleja o tan dura, que preferimos evadirla... pero no es posible.

Cuando tenemos serios problemas, buscamos algo que nos distraiga y le endosamos al futuro la solución que buscamos. No es raro escuchar a alguien decir: "Pues ya se resolverá" o "A ver mañana qué Dios dice." Seguramente el problema será un día más viejo y Dios no dijo nada que no haya dicho antes. 

En el video de la semana, podremos ver claramente a lo que me refiero. La letra dice que alguien tiene problemas, que está herido, la solución: Hoy quiero ser feliz, ignoraré lo que sucede y me iré de antro

En los años 50, si tenías un problema, te recomendaban que sufrieras mucho, entre más sufrieras, seguramente Dios o la vida te recompensarían y entre más te aguataras el dolor, serías o más macho o más mujer, dependiendo del caso.

En los 80 cuando alguien tenía problemas, se recomendaba que la persona sufriera mucho, pero que además se autoproclamara un inútil, una mala persona, un mal hombre o un vicioso, de esta manera, se podría evadir el problema. Trataré de ser más claro con un ejemplo: Si alguien ya es definitivamente alcohólico, pues no se le podría pedir mucho y se le entregaba un pasaporte para que hiciera lo que quisiera, pues el pobrecito era un alcohólico, no se le podría exigir nada.

Ahora que las cosas han cambiado y sabemos que sufrir como si fuera deporte se llama masoquismo y que nadie es una piedra inflexible, sino que podemos moldear nuestro carácter y enfrentar las circunstancias, es decir, ahora que ya nos quitaron el pasaporte para seguir sufriendo, la propuesta que encontramos es: Ignora todo lo que te afecta, ya se resolverá. Hoy vete al antro. 

¿Y qué pasará cuando termine el antro y llegue el lunes? La propuesta es: Suspende tu vida de lunes a viernes y el sábado regresa al altro. 

A esta vida vine a vencerme.
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José,
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domingo, 16 de junio de 2013

Cuestión de ganas.



Hablamos, decimos frases fabricadas en serie. Repetimos las oraciones y el conjunto de sonidos que parecen tan estudiados y al mismo tiempo tan profundos, pero muchas de nuestras frases preferidas son en realidad hermosas tonterías. 

Como si fuera un secreto de negocios, un consejero dice: "¡Échale ganas!" Pero lo dice en un tono tan serio y profundo que parece el mejor consejo de negocios.  ¿Y eso qué es? ¿Qué significa "echarle ganas"? Es tan absurdo, tan vago, tan sin sentido.

Es curioso, damos palabras vacías disfrazadas de consejos, por ejemplo cuando alguien está triste, nunca falta el tonto que dice: "¡Pero no estés triste!" ¡Como si esto fuera tan simple! No sé si han escuchado a alguien que con la seguridad de un profeta dice: "Deja de fumar, te va a matar" Cualquier persona con algún vicio sabe lo complicado que puedo resultar esto. 

Las palabras no deben llenar los espacios de silencio, mucho menos debemos usar las palabras para llevar a las personas a callejones sin salida: "Pues olvida a ese hombre, ni te quería" ¿Y cómo se olvida? ¿Alguien sabe los pasos para lograrlo?

Hablamos, pero hablamos sin sentido, decimos lo primero que recordamos que decía la tía, la abuela o la vecina, pero ni para ellas, ni para nosotros sus frases estructuradas sirven de algo.

Si alguien tiene depresión, nunca falta el acomedido que dice: "Báñate, sal y ya, que se te vaya esa tristeza" ¿En verdad la cura para la depresión es un baño? 

Cuando alguien debe mucho dinero: "Pues paga tus deudas y vas a ver que estarás más tranquilo." ¿En serio existirá alguien que se endeude para perder su tranquilidad?

Si alguien tiene un examen muy difícil de una materia que no entiende: "Pues estudia mucho" Si al estudiante no se le había ocurrido estudiar mucho, mejor que no estudie, si algo tan obvio no se le había ocurrido, no podrá pasar ningún examen.

El consejo para los matrimonios en crisis: Échenle ganas.

¿Qué es "echarle ganas"? Porque como intenté mostrarlo, parece ser el remedio para un negocio, para bajar de peso, para salir adelante y hasta para terminar una carrera. 

"Echarle ganas" no sirve de nada, se deben encontrar soluciones reales y precisas. Debemos buscar estrategias que nos lleven a resolver las distintas situaciones. 

"Echarle ganas" es tan sólo un boleto para extender la agonía. Pero es también la forma más barata de no involucrarnos en los problemas ajenos y al mismo tiempo dar la impresión de que "dimos" algo. Esto es muy cobarde.

Intentemos no hablar por hablar. Necesitamos nuevas respuestas a las viejas preguntas. No des consejos, es mejor que brindes tu apoyo. Ya es tiempo de cambiar el tonto "Échale ganas" por un sincero: ¿Te puedo ayudar en algo?

A esta vida vine a vencerme.
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domingo, 9 de junio de 2013

Vivir muriendo.



Parece mentira que hayan pasado seis meses desde que escribí en este blog por última vez. No es que no haya tenido tiempo, tampoco que no haya tenido una computadora, simplemente me quedé sin letras, eso pasa a veces, quienes escriben saben de qué hablo. Me disculpo con las personas que me escribieron para preguntarme dónde estaba, creo que les contesté a todos, aquí estoy, deseo que regresen a leerme cada semana, como sucedía antes. 

Hace pocos días desperté en la madrugada, fue como despertar de una pesadilla, pero en ese momento fue muy triste y duro, me di cuenta que estaba muriendo, por supuesto no moriría en ese instante, pero moriré quizá mañana, quizá en dos meses, quizá en cinco año, quizá en más tiempo, pero estoy muriendo.

Y todos estamos muriendo: El médico, el vecino, el vendedor, tus tíos, tus compañeros, todos estamos muriendo y llegará un momento en el que simplemente no haya nada más que hacer. Muchos de nosotros podríamos decir que la muerte es tan sólo un paso, que llegaremos a un nuevo nivel espiritual, pero siendo realistas, moriremos para esta tierra, dejaremos este plano y por un instante, como un ejercicio, les pediría que pensaran que un día morirán y dejarán de existir, no piensen en una "segunda parte" en ningún lado, sólo sientan la fragilidad de esta vida que hoy tenemos. 

Vamos a morir, el tiempo está corriendo, lo que no hagamos en ese tiempo nadie más podrá hacerlo, nadie puede leer por ti, nadie puede nadar por ti, nadie puede amar por ti. Si mueres, no podrás realizar una sola acción más, ninguna, por sencilla que sea.

Cuando mueras, que deseo que sea en mil años, también se morirán las palabras que no dijiste, se esfumarán los planes que no realizaste, se pudrirán los besos que no diste, se guardarán los rencores que no resolviste, guardarán silencio las conversaciones pendientes. 

La muerte llegará, pero mientras eso pase, estamos vivos. El aire ha entrado a tus pulmones de manera automática y no te has dado cuenta de tu respiración mientras lees. En realidad nos hemos dado poca cuenta de todo lo que sucede a nuestro alrededor. Vivimos automáticamente, sin pensar, sin estar concientes de que estamos vivos.

No deseo regresar a escribir a este blog con un tema fatalista, sino con un tema lleno de esperanza: Antes de que te mueras, estarás vivo. Vive.

Si crees en Dios, tu existencia es un milagro y si no crees en Dios, tu existencia es un milagro mayor. No desperdicies este milagro.

Vivir mal, vivir a medias, es otra forma de suicidio. 

A esta vida vine a vencerme.
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