Los enanos.

Erase una vez, en un lejano país, un gobierno dirigido por enanos. Pero no eran unos enanos comunes y corrientes, eran unos enanos conformistas, mediocres, tontos, egoístas y llenos de ambición. Había enanos de colores: azul, rojo, amarillo. Estos tontos políticos, se enfrentaban a un problema muy serio: Su nación era un país gigante. 

Estos miserables enanos (medio ciegos y medio sordos) al darse cuenta de su pequeñez, de su condición tan limitada y de su falta de interés por resolver los problemas de su país, decidieron dividirse en grupos de colores para que cada uno analizara los problemas desde su muy particular punto de vista. 

Si los políticos enanos hubieran decidido crecer y enfrentar los problemas que su nación sufría, la historia sería otra. Pero en vez de crecer, los enanos hacían todo lo posible para que su país que era gigantesco, fuera cada día más pobre y más pequeño. Muchos ciudadanos del país tuvieron que emigrar al norte, porque no encontraron comida en sus campos. La violencia crecía todos los días y los políticos sólo se envolvían en discusiones bizantinas.

Los azules decían: Los rojos y los amarillos son muy malos, son egoístas, tontos, mentirosos, rateros, salen en videos donde reciben dinero. ¡Y no leen!

Los rojos decían: Los azules van por un mal camino, los amarillos salen en videos. ¡vengan a revisar la tarea!

Los amarillos decían: La televisión los ha hecho estar en el gobierno y ustedes hicieron un complot en nuestra contra.

¡Pobre país lejano! Los tres grupos de enanos no trabajaban en nada. Sólo se reunían todo el día para demostrar que los otros colores eran malos, que no podían resolver problemas. ¡Y no hacían nada por mostrar una solución! Sólo pretendían desacreditar las acciones de los otros colores y mientras todo esto sucedía, el pobre país lejano continuaba su camino hacia la pobreza extrema y hacia la violencia como nunca se había visto.

Con el paso de los años todos los enanos de colores quedaron completamente sordos y ciegos, habían conseguido mucho dinero, eso es cierto, pero nada más. Aquí termina la historia. 

Aunque me gustaría que hubiera otro final: Me gustaría que los ciudadanos que no tenían color, sino que eran gente común de ese país lejano, se hubieran puesto a trabajar por su país, no esperando que un "mesías gobernante" llegara a resolver sus problemas, sino que ellos mismos enfrentaran sus problemas; casa por casa, calle por calle, colonia por colonia y ciudad por ciudad. 

Celebro que los estudiantes de la Ibero, en su pleno ejercicio de la libertad de expresión, hayan gritado "La ibero no te quiere" no insultaron, no ofendieron, sólo dijeron su punto de vista de manera pacífica. Tuvo que ser a gritos, porque el PRI es sordo y no puede escuchar la historia. ¡Espero que inviten al PAN y al PRD! Y honestamente me gustaría que pasara lo mismo. Porque los enanos que no quieren crecer: Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador, no escuchan, no ven y lamentablemente tampoco sienten. No queremos que desacrediten ¡Deseamos ver sus enanas propuestas!

En las redes sociales, personas quizá bien intencionadas, quizá no tanto, publican comentarios en contra de los candidatos de partidos contrarios. Pero jugando el juego de los enanos, no publican sus propuestas, ni soluciones. ¡No descrediten a sus oponentes, ofrezcan soluciones!

 ¿Ya despertaste?

Gracias por leerme.

José, 

A esta vida vine a vencerme.

Twitter: @JoseElPensador

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