Manifiesto que no creo en un dios que se queda con las manos cruzadas viendo como cumplo mi destino, porque no creo en el destino. Cada quien decide quien es.
Manifiesto que no creo en que todos estamos predeterminados. Cada quien decide quién ser.
Manifiesto que no creo en la mala suerte, sólo hay gente que no quiere cambiar su mala suerte.
Manifiesto que no creo en nadie que me diga que no puedo.
Manifiesto que no creo en nada que me limite.
Si creo en que puedo decidir ser quien decida ser.
El domingo terminé de leer "La Nausea" de Jean Paul Sartré, es un libro que podría resultar aburrido, a veces molesto, pero es la historia de un hombre que le da vueltas a la vida, parafraseándolo, diríamos que es una persona que se abandonó a la existencia. Y es aquí donde quiero centrarme el día de hoy: No somos un producto terminado.
Todos tenemos un oficio, pero no lo sabemos todo de ese oficio, por el contrario, entre más sabemos más dudas tenemos. De la misma manera, no somos personas terminadas, podemos cambiar, dejar de culpar al mundo, a la crisis, a la esposa, a la hija, al padre, a la mala suerte o a quien sea y simplemente hacer lo que debemos hacer.
En el libro, el protagonista vive en una ciudad y desea estar en París, cuando está en París, desea estar en otra ciudad. Tiene un proyecto y desea estar haciendo otro, tiene una amante y recuerda a la anterior. En otras palabras no vive, sólo sueña, supone. ¡Que desperdicio!
Estás aquí, donde quiera que sea que estés leyendo. Sí no te gusta, cambia; sí no cambias, no te quejes.
El no decidir también es una decisión.
Manifiesto que tienes el don de la palabra escrita y que se quedan impregnadas en la memoria cada una de las cuales dictan tu sentir y tus vivencias. Respeto a quien respeto merece. Enhorabuena, ahora si, soy lector.
ResponderEliminarTe leo por primera vez. Me parece muy bien lo que escribiste.
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