sábado, 1 de enero de 2011

42,195 + 1

Escribir en este blog, ha representado un compromiso con ustedes, con el conocimiento, la ciencia y con la ética y por supuesto conmigo mismo. Siempre ha sido difícil seleccionar cada palabra para tratar de ser muy claro y evitar en la medida de lo posible alguna confusión. Sin embargo, este día, el reto es doble, porque es el primer blog del año y porque el tema que quiero platicarles involucra mucho compromiso de mi parte.

Como dijo mi maestro el dr. RDA, "Soy un hereje de mí mismo" Lo que implica dudar de lo establecido en mi propia existencia, dudar de lo que hay dentro de mí, juzgarlo duramente y sí después de ese proceso determino que es adecuado será parte de mí, de lo contrario lo eliminaré y estableceré nuevas conductas, creencias,  comportamientos, etc.

Por poner un ejemplo, supongamos que soy un fumador empedernido, y que aparentemente el hábito es parte de mi personalidad, pero un día me doy cuenta que el hábito de fumar ha estado en mí y me pregunto: ¿De verdad me gusta fumar? ¿Es un comportamiento mío o es aprendido? Bueno, casi todo lo que he analizado he descubierto que es un intruso. Y es aquí donde quiero detenerme, cuando era niño siempre me sentí "el gordito" de la escuela, de la cuadra y de la familia, llegué a los 16 años, me puse a dieta y wow! llegué a talla 32, pasaron los años y sube y baja, baja y sube, hasta que simplemente dije: nunca seré delgado, así soy y no voy a seguir poniéndome a dieta. ¡Hasta que lo descubrí! Siempre ha sido mi trauma, cuando de chavito iba a la feria por ejemplo, veía los asientos y decía: en ese juego no me puedo subir, porque no quepo. El otro día vi un video familiar, ¡Era un niño promedio! Pero la gordura empieza en la mente, después en el cuerpo. Hace como un mes, descubrí que mi trauma de gordo había sido apapachado, estimulado y hasta le había dado la bienvenida y estaba cómodamente sentado en mi manera de pensar, en la manera en que compro ropa, zapatos, por supuesto comida, hasta mi coche fue seleccionado para no verme en monote que sale del coche chiquito... ¡Por eso vendí mi chevy (mi primer coche) hace muchos años! Vaya... creo que estoy siendo muy honesto con ustedes y les estoy abriendo mucho mi corazón.

Ok, ya descubrí que quiero ser hereje de mí mismo y que la gordura es una blasfemia contra mí (Para continuar con la simbología) y ¿Ahora qué hago? Bueno, ya hice un proceso previo, muy personal, que no podré detallar en este blog, pero el siguiente paso es decidir cómo quiero ser, establecer metas concretas, lograrlas y definir ahora cómo quiero ser.

Les anuncio que dentro de 3 años, días más, días menos, correré un maratón, es decir 42,195 metros, los detalles y el lugar, por ahora son irrelevantes, Fidípides dice la historia que lo corrió en 490 a.C. sin tenis de útima tecnología y en tiempo determinado. Bueno, no seré tan exigente, no pienso ir a ganarlo contra nadie más, ni obtener el mejor tiempo, voy a correr contra mí mismo y a partir del metro 42,196 reconoceré que me he vencido. Son tres años de esfuerzo, creo que es un tiempo razonable para el entrenamiento y asuntos necesarios. Ayer lo comenté con algunos amigos, ¡Ya tengo equipo! ¡Ya hasta tenemos un motivo para correr! Después les digo nuestra causa, pero para comprometerlos, ellos son: AG, GMDA, LAP, RDF, LRI. Al terminar el maratón, tendré la mejor condición física que haya tenido en toda mi vida.

La vida es genial...

Sirva este blog como compromiso público.

Soy José y aun sigo siendo un Hereje de mi mismo.

Va por ti que venciste tus miedos: YLG.
Va por ti, que enfocaste la herejía: RD.
Va por ti, que moviste mi comodidad, aun sin leerte: JI.
Va por ti, super teacher, porque fuiste grande. FN.
Va por mi.

Ah y porque lo debía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario