Amanecí otra vez entre tus brazos.

Queridos amigos y estimados lectores.

Quiero compartirles que le vida es hermosa, que podemos ser felices en esta tierra, en este lugar y en este tiempo. Quiero decirles que yo nací con el alma vieja, desde niño me hice preguntas que ahora estoy seguro que no podrían corresponder a un niño de esa edad. 

Teresa de Ávila dijo: "Gusanos de seda somos, gusanillos que hilamos la seda de nuestras vidas, y en el capullo de la seda nos encerramos para que el gusano muera y del capullo salga volando la mariposa" Por otro lado José Ingenieros en su libro "El Hombre Mediocre" afirma que nadie nace joven, la juventud debe ser conquistada y es una actitud.

Bueno, yo nací viejo y apenas hace unos meses decidí empezar a ser joven a pesar de que ya tengo canas. La juventud es la necesidad imperiosa de descubrir el mundo, la urgencia de hacer todo lo que dijimos que no podíamos, la incesante esperanza de llegar a donde nadie ha ido.

Muchos quizá no sepan mucho de mí, pero hace pocos años, mi primer pensamiento en las mañanas era: Otra vez ya amaneció, con un dolor de que mi vida continuara; deseando que ese fuera mi último amanecer. ¡Cuántas veces le pedí a Dios que ya no despertara al día siguiente! ¡Qué tonto! Dicen que la vida tiene dos caras: Una hermosa y otra horrenda y quien ve una de las caras, no quiere ver la otra. Bueno, ahora que dejé de ver la más fea cara de la vida, ahora que quiero correr (Voy por el maratón) bailar, cantar (Ayer fui a un karaoke jajaja), reír, disfrutar. Quizá es ahora cuando veo que desperdicié muchos años, pero también pienso, que sí no hubiera vivido todo lo que pasé, seguramente mi vida sería otra. Cuando tenemos sed valoramos el agua.

Reconozco mi completa incapacidad al estar escribiendo y poderles expresar todo lo maravilloso que he descubierto que es la vida, quizá muchos no me comprenderán, pero ahora ya no estoy solo, ahora ya estoy conmigo, soy mi compañero de viaje en este mundo y soy un buen compañero. Ya no soy un extraño para mi vida, ahora soy más que bienvenido en mi camino.

Descúbranse, háganse amigos de ustedes mismos.

Lean, no dejen de leer, lo que sea, pero lean.

Asómbrense, pero no de lo que otros hacen, hagan cosas para sorprenderse a ustedes mismos.

Respiren y sientan como entra la vida a su cuerpo.

No se acostumbren a los amaneceres, a partir de este momento pueden ser todo lo que ustedes quieran.

Sacúdanse las ideas ajenas y elijan las propias.

Sólo hagan lo que les de pena... ayer me moría de pena en el Karaoke... ¡Canto feo, feo, feo! jaja

Hace unos días, estábamos festejando un cumpleaños y mis primos y familiares íbamos en una limosina, sé que es muy naco salir y saludar; pero estando dentro les dije: Vamos a salir y hacerlo, porque mañana vamos a decir: ¡Lo hubiera hecho! Y si, es naco, pero es divertido. ¡Todos lo hicimos y todos nos reimos! y ahora soy naco, pero un naco feliz y divertido.

Sólo le tengo miedo a una cosa: A estar un día en mi lecho de muerte y decir: ¡Lo hubiera hecho!

Claro que me da pena salir a correr con estos kilos que cargo, me imagino que la gente dice: Córrele gordito, porque te falta mucho. Pero para correr un maratón, los últimos 100 metros no son los difíciles; los más difíciles fueron los primeros 100 que corrimos cuando empezamos a entrenar.

La vida se nos va, la vida se acaba.

Just do it!