Si me dejas ahora

Muchos de nosotros creemos ser románticos y cantamos canciones de "córtate las venas" porque suponemos que son románticas, que demuestran que somos muy entregados y que nadie sabe amar como nuestro pobre corazón. ¿Y será cierto?

Me gustaría que escucharas la canción romántica que más te guste, probablemente te sorprenderá encontrar que a lo que llamamos amor, quizá dista mucho de serlo.

Para Martín Heidegger, un filósofo que por cierto, guío las bases del Concilio Vaticano II, establece que no podemos amar, a menos de que convivamos con alguien más. Es decir, sólo en los ojos del otro, podemos ver que existimos. Sí estamos solos, ni siquiera podemos descubrir que estamos vivos. Pero también es cierto, que no necesitamos de nadie para vivir, el amor es compartir nuestra existencia con alguien, rompiendo con el mito de "buscar la media naranja" sino que una naranja entera, se comparta con otra naranja.

Te dejo esta parte de la canción "Sí me dejas ahora.

Sí me dejas ahora, no seré capaz de sobrevivir.

Me encadenaste a tu falda y enseñaste a mi alma a depender de ti.

Ataste mi piel a mi piel y tu boca a mi boca.

Clavaste tu mente en la mía, como una espada en la roca.

Y ahora me dejas, como sí fuera yo, cualquier cosa.

...

Estoy preso entre las redes de un poema.

Eres tu, quien me puede ayudar o me condena...

Eres lo mejor de mi pasado...

Sin embargo, quizá aquí mostraré algunas de mis broncas mentales, pero seguramente no tendría éxito una canción que dijera lo siguiente:

Sí te vas ahora, te deseo lo mejor.

Eres libre de irte, llévate los mejores recuerdos de lo que compartimos.

Siempre fuimos personas individuales.

Tanto tu, como yo, siempre pensamos en cabeza propia.

Y ahora que te vas, que te vaya bien.

Dicen que el amor debe de doler, sí no, no es amor. ¿Será cierto?

Gran diferencia existe entre el amor, la dependencia y la necesidad.

José.

El Lunes 17 de Enero es mi cumple, declaro oficialmente inauguradas las festividades nacionales e internacionales. ¡Gracias México! (Bueno, tengo derecho a mis tonterías)