sábado, 10 de septiembre de 2011

11/9/11 ó 9/11/11

El 11 de Septiembre del 2001, sin duda cambió el mundo. Pero también cambió la vida de muchas personas que vivieron el ataque en la ciudad de Nueva York. Esta semana les presento la entrevista que le hice a Michelle York, una estimada amiga, que trabaja como paramédico y que vivió por supuesto muy de cerca esta experiencia, esto es parte de lo que ella vivió.

José: Gracias por tu tiempo Michelle, sé que recordar esta experiencia es muy doloroso para ti, así que te agradezco doblemente el esfuerzo. Cuando nos conocimos hace ya tantos años, nunca sospeché que algún día te convertirías en uno de los tantos héroes de la ciudad de Nueva York, pero la vida nunca avisa y siempre nos dirige por caminos que nadie había sospechado, así que para entrar en materia, nos podrías decir. ¿Cómo era tu vida un día antes de aquél 11 de Septiembre?
Michelle: Vivía muy cerca de las Torres, con mi novio, él era dueño de un bar y yo apenas tenía seis meses trabajando como paramédico, en una compañía privada.

J ¿Dónde estabas en el momento del ataque?
M: Estaba profundamente dormida, en el departamento con mi novio.

J: ¿Qué fue lo que pensaste cuando te enteraste de la noticia?
M: Incredulidad, con un sutil sentimiento de desapego.

J: ¿óque me despertó la llamada telefónica de un compañero de mi novio, quien nos informó sobre lo que creíamos era un accidente de avión. Como vivimos en el Lower Easte Side de Manhattan, estaba preocupada de nuestro bienestar. Encendí el televisor y vi la noticia de la primera torre, inmediatamente después, hubo avisos de emergencia pidiendo a todos los EMS que estaban fuera de servicio, bomberos y miembros de la policía, que fueran a ayudar en la zona cero. Yo estaba en conflicto, por un lado sabía que debía ir, pero tenía miedo de salir lastimada. Después de hablar con un amigo por teléfono, me puse el uniforme de la EMT, tomé la bolsa de herramientas y me dirigí hacia la zona cero. La calle por la que iba caminando estaba llena de gente cubierta de cenizas y caminaban hacia mí. Todo el mundo se alejaba del lugar hacia donde yo me dirigía. Algunos me detenían para pedirme alguna máscara o medicina o vendas para sus heridas. Les di todo lo que tenía y seguí caminando entre los escombros; hasta que finalmente un camión de un jefe de bomberos se detuvo y me llevaron. En el camión había un par de técnicos de emergencias médicas y me avisaron que se necesitaba ayuda en Beekman Hospital. Cuando el camión me dejó, noté que habían convertido la cafetería del hospital en una gran sala de urgencias. Allí los médicos y cirujanos atendían a los heridos. Las mesas del almuerzo se habían convertido en mesas de atención médica. Era evidente que la improvisación fue la clave.

J. ¿Qué pasó entonces?
M: Estuve ayudando a los doctores con los pacientes. Después de varias horas fui trasladada a la terminal del ferri de Staten Islanm donde continué ayudando, eventualmente entré a la morgue, donde aparecieron incontables bolsas con cuerpos a mi alrededor. Me quedé en ese sitio hasta que llegó la noche. Finalmente un policía GDNY se ofreció a llevarme a St Canal, lugar de donde yo podía caminar hasta mi casa. Durante el camino, la iluminación era escasa y tuvimos que maniobrar entre vehículos destrozados y construcciones débiles. Sentí que estaba en una película de los 80 llamada "Escape from New York"con Kurt Russell.

¿Puedes describir el olor de la ciudad?
M: Olía a polvo. No a humos tóxicos o algo inusual.

J. Por un momento, la gente pensaba que había sido un accidente ¿Qué sentiste cuando te enteraste que había sido un ataque terrorista?
M: Durante todo el día, tuve una aparente calma, recuerdo que pensaba: "Así que de esta manera empieza la Tercera Guerra Mundial" Nunca entré en pánico ni sentí deseos de abandonar la ciudad.

J: ¿Qué tipo de cambios tuviste después del 9/11?
M. Físicamente, el primer día, sentía fibras de asbesto en la cara, pero no podía verlas. En la primera semana, escupía frecuentemente, un par de meses después, empecé a sentir unas terribles jaquecas. Psicológicamente, el estrés post traumático no me llegó hasta unos meses después, afortunadamente había programas donde había psicoterapeutas que hacían trabajo voluntario con las personas que se vieron involucradas directamente con el 9/11. Debido a que esa experiencia, me enojaba con facilidad, era agresiva e intolerante, el día de hoy, todavía no puedo mirar nada que esté relacionado con el tema. Me molesta que cualquier persona u organización quiera lucrar con ese evento, como Oliver Stone y su película Word Trade Center. La llegada del décimo aniversario me ha traído algunas pesadillas, inquietud y tensión. El efecto post traumático no se ha ido completamente.

J: ¿Cómo es tu vida ahora?
M: Estable
J: Michelle guarda silencio y decido pasar a la siguiente pregunta.

J: ¿Qué aprendiste?
M. Que las personas somos resistentes y hay gente desinteresada y buena todavía en el mundo. Todavía hay quien está dispuesto a ayudar a quien lo necesite. Por otro lado, lamentablemente mi ciudad no reconoce los esfuerzos de los EMS. Todos lo que hablan es de FDNY, NYPD, DPPA. Ellos dicen que el SME es parte del Departamento de Bomberos por lo que no es necesario hacer una distinción. El personal de EMS tiene una formación única que ninguna otra división puede igualar. Así que dicen que no debemos ser cubiertos con un título diferente. Cuando un bombero resulta herido o un oficial de policía recibe un disparo ¿A quién llaman? No llaman a la FNT, sino a nosotros, los EMS. Recuerdo que a mi amigo David Marc Sullins, un valioso miembro del EMT, quien lamentablemente murió ese día porque desinteresadamente corrió hacia la Segunda Torre para salvar a más gente, lamentablemente la torre se derrumbó antes de que él pudiera salir. No llevaba un parche FDNY en su uniforme. Yo siento que no se nos ha dado el reconocimiento adecuado a todos los trabajadores del EMS, que como David y muchos otros, fueron héroes. También aprendí que mi país no es impenetrable, seguimos siendo vulnerables. La ciudad de Nueva York realmente no está mejor preparada, claro que ahora tenemos más equipo, pero creo que no practicamos lo suficiente. Deberíamos tener simulacros parara realmente estar preparados ante cualquier eventualidad.

J. Sé que especialmente para ti esto es como una pesadilla ¿Ya lo superaste?
M. Creo que realmente nunca despiertas. Aprendes a vivir con esto, aunque cada día que pasa todo se vuelve un factor menos dominante en tu vida, pero nunca se va del todo. Además sufrí la pérdida de dos amigos, ya mencioné a un compañero del EMS David Marc y a un amigo bombero, héroes del 9/11, creo que la vida cambió para siempre.

J: No sabemos quién pueda leer este artículo, ni en qué parte del mundo lo haga, porque tengo lectores de los cinco continentes. ¿Deseas agregar algo?
M: Sólo les diré que el mañana nunca está garantizado, vivan el día de hoy "Carpe diem"

Me parece muy interesante que todas las personas que han sufrido un acto violento o que se han enfrentado a una situación difícil, digan una frase similar "Vivan el día de hoy" Seguramente todavía tenemos mucho que aprender.

Ya despertaste?
Gracias por leerme.
José,
A esta vida vine a vencerme.
Twitter: @JoseElPensador
(Ya no soy soñador, porque ya desperté)
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Para dudas, comentarios y sugerencias de temas escribe a jandradel@hotmail.com
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