Caminando...

El otro día salí temprano de la casa, salí caminando, vi a la distancia los cerros, las nubes, el continuo horizonte. Y quizá me dejé seducir por el momento, quizá me sedujo la vida, quizá lo que me hace falta es más vida. Sentí la necesidad de caminar, de encontrar algo que la distancia tiene entre sus brazos, escondido, oculto para mi, evidente para otros.

Cuando era niño, siempre quise que un día mis pasos me llevaran lo más lejos posible, hasta llegar a donde nadie hubiera estado antes. Llegar a un lugar nuevo, completamente nuevo. Caminar sin rumbo, sólo con la intuición llamándome, siguiéndola, amándola.

Olvidar por un momento los planes, los pendientes... olvidarlos para siempre y seguir el camino, dejar que el camino mande, que mis pies dirijan. Simplemente caminar, no para perderme, sino para encontrarme, reencontrarme. No para olvidar, sino para encontrar recuerdos nuevos.

La vida viene prefabricada. Eso no es vida. La vida huye de la monotonía.

El humo de la ciudad asfixia, la monotonía envenena. Los colores son opacos, la luz no brilla...

¿Ya despertaste?

Gracias por leerme.

José, 

A esta vida vine a vencerme.

Twitter: @JoseElPensador

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