La democracia es el juego más absurdo que se conoce. En México no gana el candidato más preparado, ni el de mayor trayectoria, sino la persona más popular. También es un juego, porque el voto de un ignorante al que no le interesa la política y que quizá nunca haya leído un libro o que haya vendido su voto, vale tanto como el voto de una persona preparada. Así no era la democracia en Grecia, pues sólo podían votar los ciudadanos, es decir, si podías desempeñar responsablemente un cargo público, entonces podías votar.
Se condenó que algún candidato fue apoyado por la televisión. Pero no se dijo que otro estuvo apoyado por las redes sociales y que hizo una especie de red de mercadeo, de bajo presupuesto, pero seamos sinceros, ambos tuvieron una estrategia de mercado.
Hace seis años, los candidatos se descalificaron entre sí, ahora los electores hicieron el trabajo y en las redes sociales, o donde pudieron, descalificaron a su adversario. Unos brindan su apoyo con tanta fuerza, que parece que eran la mamá del candidato o que les tocaría hueso.
Pero es triste darnos cuenta, que hoy son las elecciones, mañana será el equipo de futbol, es decir: Hay quien apoya a las Chivas y hará lo imposible por desprestigiar al América. ¿Y no fue esta elección una guerra de porras entre equipos? ¿Cuando terminan los partidos de futbol no se golpean entre las porras de los equipos contrarios? ¡Hubo muertos durante las campañas!
¿No es esto otro circo? Pero un circo patrocinado por las mismas personas que criticarán al nuevo presidente, por seis años. No entendí por qué la mayoría de las personas con quienes platiqué y lo digo con todo respecto, que sin tener clara la idea de qué es la política, se aventuraron a opinar en base a los libros que leyó un candidato, en base a la esposa de otro candidato. Pero es lo mismo que en el futbol, podemos criticar al director técnico, pero ni sabemos jugar, quizá nunca hemos jugado. ¿Pero de qué otro tema podríamos hablar? ¡Y la ignorancia habla tan fuerte!
La gente votó hoy por un candidato sin saber la diferencia (literalmente) entre la izquierda y la derecha. ¡Pero con qué pasión! Muchos prefirieron no pensar, delegaron la responsabilidad a la televisión, a lo que se dice de la televisión, a lo que se dice de las redes sociales. ¡Aquí las cosas no son lo que son! ¿En verdad no se dieron cuenta que eran soldados rasos mientras los generales estaban sentados en su casa viendo cómo se golpeaban? ¡Pero al pueblo mexicano, sólo dale circo, del pan ya se han olvidado!
Pero los candidatos prometieron tantas cosas, creo que hasta el sol saldrá por otro lugar el lunes por la mañana.
Señores electos: Bienvenidos a su cargo, prometieron, dijeron, hablaron, hicieron compromisos. Me declaro su más grande crítico, seré su memoria, no olvidaré nada de lo que prometieron, escribiré de ustedes, si es el caso, demostraré sus vanas palabras.
Esto es el cambio verdadero: Ser honestos, trabajadores, no ser tranzas, ni impuntuales, ni ventajosos. El cambio verdadero lo conseguiremos leyendo, estudiando, preparándonos, esforzándonos. No dependerá de quién sea o no sea el nuevo presidente.
Terminó el circo. Ahora busquemos cada uno de nosotros, el pan.
¿Ya despertaste?
Gracias por leerme.
José,
A esta vida vine a vencerme.
Twitter @JoseElPensador
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Para dudas, comentarios y sugerencia de temas escribe a: jandradel@hotmail.com
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