martes, 3 de mayo de 2011

¡Ya no hay moral!

El 6 de Agosto de 1945, es una fecha llena de dolor, vergüenza y pena para la humanidad. Ese día, el hombre, la razón de la creación divina, (Al menos eso dicen los teólogos) el hombre conoció la muerte indiscriminada de 120.000 personas, en un instante. La bomba atómica que esa mañana fue lanzada hacia Hiroshima, es una muestra del poder y de la inteligencia de la humanidad.

Por supuesto que la inteligencia se puede usar para bien o para mal, de la misma manera que se puede usar el conocimiento y hasta el amor.

Quiero conmemorar esta fecha a 65 años de la tragedia, para hacer una diferencia entre ética y moral y legalidad. Como quizá muchos han visto, en mi msn y en mi facebook, la imagen que uso dice: "Ya no hay moral" ¡Y esa es una muy buena noticia! La moral es lo que una sociedad dice que está bien o mal, sin ninguna base científica, simplemente lo dicen en base a sus usos y costumbres. Para algunas culturas, la moral dice que es bueno comer serpientes, para otras, la moral dice que no. La legalidad es más fácil de entender, la ley dice qué es bueno y qué es malo. Por ejemplo en el DF la ley dice que se permiten los abortos, pero moralmente no está bien visto. ¿Y qué dice la ética? La ética dice que el aborto está mal, pues las razones que tenga una madre para abortar, son igualmente justificables cuando el niño ya nació. Sí una madre no puede mantener a su hijo no nacido y permitimos el aborto, lo mismo puede decir una madre con un niño de un mes y por lo tanto también deberíamos permitirle que lo matara.

¿Fue un acto ético la bomba atómica? Los americanos dirían que si, pues con eso se terminó la Segunda Guerra Mundial, pero no es tan sencillo. Voy a hacer referencia a Tomás de Aquino, quien menciona que es ética una acción, sí al ejecutarla, en ese mismo momento termino con una amenaza. Por ejemplo, entra un ladrón a mi casa, está armado y amenaza con matarnos; antes de que él lo haga, saco mi pistola y lo mato. Es un acto ético, pues al matarlo, termino con la amenaza. Mi acción termina con la amenaza en el momento mismo de realizarla.

La bomba atómica de Hiroshima no es un acto ético, pues la bomba mató a inocentes; muchos soldados japoneses no se enteraron en días o meses y siguieron con la guerra, por lo tanto es un acto reprobable el que ordenó el Presidente Truman.

¡Ya no hay moral! ¡Que viva la ética!

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