Miedo de mi

Casi todos los miedos de la infancia los hemos ido superando. Ahora en las noches, cuando despiertas, no te da miedo voltear a ver tu habitación, sabes que no hay brujas o demonios. Pero hay miedos que continúan paralizando nuestra mente. El miedo a ti, es probablemente el mayor miedo que padezcas.

¿Miedo a mi? Tengo un amigo que tiene serios problemas con la bebida y toma, porque no quiere ser alcohólico. Si, quizá te dé risa, pero ese es el caso, pretende tomar para olvidar que toma. Por absurdo que parezca, este comportamiento no es tan raro como nos gustaría. Vivimos en una paradoja eterna, huyendo de nosotros mismos, y corriendo hacia lo que en realidad no somos. Si tanto le da miedo ser alcohólico, lo más lógico es que no tomara, pero esta paradoja que todos vivimos nos cierra el pensamiento y nubla el deseo de vencernos. Por el miedo a nosotros mismos, caminamos todos los días por el mismo camino, porque es cómodo, porque ya lo conocemos, porque no implica riesgos.

¿Miedo a mí? Por supuesto que cualquiera puede tener miedo del potencial que tenemos en nuestro interior, es una gama de potencias, pensamientos, fuerzas y sueños que pueden llegar a ser tan grandes como ya lo deseamos, pero que no lo intentamos. Pero hay un punto muy importante. El miedo es cómodo.

Vamos por la vida usando máscaras, para evitar vernos directamente al rostro. ¿De verdad crees que eres tan feo o tan malo? Te propongo un experimento: Un día vete directamente al espejo por 10 minutos, con reloj en mano, justamente 10 minutos. Obsérvate, descubrirás que eres un desconocido, que en realidad te dedicas poco tiempo. Sí logras observarte 10 minutos, sin evadirte, realmente pensando en ti, podrás iniciar una nueva experiencia a tu lado.

Hasta este momento, muchas personas han sido su peor enemigo. Hay quienes podrán culpar a las circunstancias de la soledad que viven, pero son ellos mismos quienes han propiciado la soledad, o el desamor, o la angustia.

De la misma manera en que mi amigo toma para no ver que es alcohólico y que tiene un problema que debe resolver, quizá tu estás escapando de ti mismo y estás viviendo en lo que no te gustaría ser.

Por ejemplo: Para evitar el fracaso, muchos no arriesgan nada... ese en realidad es un fracaso.

Para evitar el desamor, muchos evitan relacionarse con personas y viven así en la soledad.

Para evitar el abandono, no amamos y decidimos aislarnos.. ¿Para estar solos y abandonados?

Para evitar la pobreza, muchos preferimos un trabajo seguro, de poca paga...

Para evitar que nos rechacen, preferimos rechazar a los demás... y vivir rechazados.

¿Qué estás evitando? Quizá estás justamente en ese lugar que no quieres.

Analízalo, quizá el miedo a ti, está haciendo que vivas tu mayor miedo.

¿Ya despertaste?

Gracias por leerme.

José,

A esta vida vine a vencerme.

Twitter: @JoseElPensador

(Ya no soy soñador, porque ya desperté)

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Para dudas, comentarios y sugerencias de temas escribe a jandradel@hotmail.com

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