domingo, 24 de octubre de 2010

Y sin embargo se mueve.

Porque habrá quien leerá entre líneas.
Hola. Gracias por leerme, bienvenidos a este blog. Como ustedes saben, cada semana trato de ofrecerles un tema para hacerlos pensar desde otros puntos de vista; pero esta semana les ofrezco un tema muy ligerito, sencillito y trata acerca de un pintor francés de nombre Georges Seurat.
 
Georges Pierre Seurat nació en París el 2 de diciembre de 1859. Se dice que mientras estuvo en la escuela no fue un estudiante brillante; su trabajo siguiendo las reglas establecidas en el arte fue verdaderamente malo. Seurat tuvo una época en la que pintaba sólo en blanco y negro, lo que le permitió conocer el manejo de la luz. Y es aquí donde empieza a desarrollar su técnica: El puntillismo. El puntillismo no es tan desconocido ahora, de hecho tu computadora en la que me estás leyendo se basa en este principio óptico, sí te acercas mucho, te darás cuenta que tu monitor es un conjunto de pequeños puntos de luz y el ojo crea mezclas de color, lo que te permite ver aproximadamente 4,000,000 de colores.
Pero Seurat no seguía los patrones del arte establecidos, y en 1884, él, Maximilien Luce y otro grupo de pintores, crean la Société des Artistes Indépendants, (La Sociedad de Artistas Independientes) Y para traducirlo al español: Mandó a volar las reglas establecidas en el arte. Fue durante este tiempo que conoció a otro artista Paul Signac, quien también desarrolló el puntillismo. Seurat, fue un pintor que utilizó la ciencia para crear pinturas; se podría decir que su técnica es científica.
Y es aquí donde, después de todo este rollo quiero llegar. Los críticos de Seurat, quienes no lo consideraron artista por no cumplir con los cánones del arte, murieron junto con sus nombres, su crítica, sus conocimientos y su recuerdo. La pintura de Seurat está viva todavía.
¿Quién puede decirme que tiene el canon? ¿Quién tiene la medida para determinar qué esta bien y qué está mal? ¿Quién me puede decir sí lo que hago es arte o no?
Ahora Seurat ya es aceptado, es famoso, sus pinturas valen millones y tengo la fortuna de haber visto en el Metropolitan Museum of Art of New York, su pintura llamada "Las modelos" Todo un escándalo al mostrar mujeres desnudas.
 
Lanzo aquí una pregunta: ¿Debo seguir las reglas que se creen en este siglo o debo hacer arte y empezar a ser aplaudido en 100 años?

"Justo hay que perece por
su justicia, y hay impío que por su mal-
dad alarga sus días.
No seas demasiado justo, no seas sa-
bio con exceso; ¿por qué habrás de
destruirte?
No hagas mucho mal, ni seas insen-
sato; ¿por qué habrás de morir antes de
tu tiempo?
Bueno es que tomes esto, y también
de aquello no apartes tu mano;

Rey Salomón.
Rey de Israel.
Eclesiastés 7:15-18
(La Biblia, Versión Reina-Valera 1960)

Con cariño para los dogmáticos.

Chiste local: Porque lo único que importa es el punto nuclear de luz. (Colegio de León)

2 comentarios:

  1. y si soy yo alejandro garcia, harto de que te escondas detras de tres desnudos.vamos pepe de verdad, sorprende a tus lectore!!!

    ResponderEliminar
  2. Interesante, sobretodo porque ambos nacimos el mismo día!!! Es de sobra conocido por todo mundo este tipo de historias, grandes genios en nuestra época, pobre diabos en la suya, cabe bien ese refrán que dice "nadie es profeta en su tierra", yo agregaría "ni en su tiempo". A pesar de esta circunstancia es importante el reconocer ahora el valor de su obra y quizá cabe pensar en la siguiente tesis: que tal si en su tiempo se hubiese sido reconocido como un gran artista, renovador, innovador, visionario, etc. etc. A veces la fama puede socavar la creatividad y el talento no fluye en forma natural, espontáneo, asociativo, sentimental, introspectivo, la segregación a veces es germinadero de todos estos ingredientes. También se ha visto que ante la adversidad, ante la crítica destructiva, el desprestigio, las personas...los artistas son capaces de sacar lo mejor de si mismos y dejar ese legado a la humanidad; en efecto es valiosa su obra, pero es más valiosa la valentía y el coraje que demostraron para no dejarse menoscabar ante las circunstancias adversas. Carpe diem.

    ResponderEliminar